jueves, 8 de enero de 2009



Me, by me.

...y aunque en efecto nunca se encontró sola hasta hacia un año, había aprendido a vivir sin nada, sin mas allá de lo que encontraba al día.

Luego de muchos ayeres, lágrimas, risas, sabanas, cigarrillos, billetes de autobús, estaciones de tren y viajes en avión, reasumió que su vida se estaba contado tal como lo había deseado. Había que probar de todo, era su lema y lo aplicaba bien.

Un poco asqueada de la rutina de los últimos tres días, rehizo las maletas por enésima vez y decidió partir, por que las raíces que intentaba echar solo le recordaban cuan grandes eran las alas que se intentaba cortar. Cualquier intento por quedarse seria en vano.

Se despidió de nadie y nuevamente, desde la estación de tren como cualquier otro día en el pasado, se dispuso a empezar su vida de nuevo, sin nada, sin nadie, sin ataduras, con ella, sin sueños, con las simples ganas de viajar... con la necesidad eterna de huir...

1 comentario:

Anónimo dijo...

No creo que estés sola, nunca lo has estado. Espero que todo te vaya muy bien por Cancún, y que busques tu sitio en el mundo.