miércoles, 8 de julio de 2009


Ricardo en soledad y misterio

cuando sonó su nombre al fondo del salón,

claro y perfecto esta aquel primer recuerdo

un hombre delgado, un hombre atento, un hombre ajeno.


Pocas veces se le vio la sonrisa,

resultaba dificil entender su mirada,

misterio siempre y un poco de risa,

inteligencia seguro, gracia jamas.


Asi pasaron los años,

navidades gastadas siempre en el mismo rincón,

palabras ausentes de charlas masivas,

nítida timidez de lo que fue su temor.


Ricardo a secas, como el, como su humor,

viajero incansable, incongruente sin mas.

Grande fue la noche que decidiste hablar,

fue risa por horas, sin sexo, sin paz.

El breve instante que sacio mi sed.

Alguien distante a lo que solias ser.


Ni ayer, ni mañana ...

Desconozco los motivos,

Ricardo a secas, como tu alma, como tu humor.

Partió el recuerdo, el ultimo, el primero, el que no paso.

Partió el recuerdo de tu luz... esa que nunca se encendió.

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